martes, 18 de enero de 2011

Golpe de estado en TUNEZ

Después de 23 años en el poder y en medio de una inédita movilización popular contra el de

sempleo, la carestía y la corrupción, Zine al-Abidine Ben Ali dejó la presidencia de Túnez
Es la primera vez que un mandatario árabe se ve obligado a renunciar como resultado de protestas populares.
La ola de protestas se inició en diciembre.
Tras el anuncio de Ghannouchi,(primer ministro) representantes de los principales partidos políticos de la oposición pidieron un gobierno provisional de tres meses, tal como fija la Constitución.
El cambio de poderes tiene lugar en medio de una revuelta popular contra la corrupción y la carestía de la vida.
Magdi Abdelhadi, de la BBC, dice que “se trata de protestas sin precedentes que al parecer tendrán una amplia repercusión y podrían cambiar todo el orden poscolonial en el norte de África”.
Manifestantes en Túnez
La ola de protestas se inició en diciembre.

Tras el estado de emergencia

Zine al-Abidine Ben Ali fue el segundo presidente del país desde la independencia de Francia en 1956.
Menos de 24 horas después de que prometiera la introducción de reformas democráticas, el ahora ex mandatario decidió este viernes declarar el estado de emergencia y el toque de queda.
Así, en el país quedaron prohibidas las manifestaciones.
La televisión estatal dio a conocer que igualmente quedaron prohibidas las reuniones públicas y que las fuerzas de seguridad podían disparar contra toda persona que no obedeciera sus órdenes.
Primer ministro de Túnez, Mohamed Ghannouchi
Zine al-Abidine Ben Ali, previamente, había resuelto disolver su gobierno y convocar a elecciones parlamentarias anticipadas en seis meses, ante la intensidad de las protestas que exigían su dimisión en la capital del país.

En diciembre Túnez comenzó a vivir una ola de violencia en medio de manifestaciones contra el desempleo y la corrupción.
Según el gobierno, el balance de víctimas fatales era de al menos 23 personas, pero organizaciones no gubernamentales hablan de de más del doble.

Ni la destitución del ministro del Interior, ni el anuncio de liberación de todos los detenidos en las protestas consiguieron ayer debilitar el ánimo con el que los tunecinos salieron a la calle a manifestarse contra el desempleo, la falta de oportunidades y la corrupción del Gobierno de Ben Ali. Las revueltas se acentuaron en la capital del país magrebí, donde solo el toque de queda nocturno llevó la calma.
Los jóvenes no sólo están siendo protagonistas, sino también fuentes de información en ausencia de medios de comunicación independientes. Redes sociales como Facebook y Twitter, y portales de vídeo como Youtube, se han convertido en vehículos para dar a conocer al mundo lo que sucede.
El primer ministro, Mohamed Ghanuchi, informó de la creación de una comisión que investigará los casos de corrupción en el estamento del poder. Muchas fuentes, así como las revelaciones de Wikileaks, apuntan a la esposa del presidente, Leila Ben Ali, como la cabeza de la corrupción en palacio, aunque otros miembros de la familia presidencial también estarían implicados